top of page

Actúa like a virgin

  • Foto del escritor: Nuria Jiménez
    Nuria Jiménez
  • 22 may 2018
  • 5 Min. de lectura

Llevaba varios meses testeando un bloque que no terminaba de explotar. Cada vez creía menos en él y en mi capacidad para mejorarlo.

Los que me conocen de mi #curso saben que soy el tipo de #artista obsesionada con la norma, la fórmula y la tradición.

Lo que diferencia lo “bien hecho” de lo experimental - como si lo uno fuera mejor que lo otro.

Le había comentado varias veces a mi comedy buddy que para volver a disfrutar de esta fase de ensayo y error necesitaba un nuevo buen #chiste . Y el jueves pasado a las siete y media, viajando en el metro de Madrid, se abrió el cielo. Empezaron a sonar premisas, prácticamente rematadas, visiones de mi petándola. Aunque yo no me podía ver estoy segura de que hasta ponía caras y vocalizaba mientras repetía en mi cabeza ese chorrón de ideas para que no se me olvidaran. Pero tenía por delante aún hora y media de viaje y todas sabemos que si no lo escribes en el momento, es muy probable que cuando lo quieras registrar más adelante te hayas olvidado de la mitad. Así que ni corta ni perezosa me senté en el suelo, a riesgo de que alguien se me cayera encima (no había asientos disponibles, obviamente, no es que sea fan de los chicles y el olor a pies) y empecé a #escribir, dejando que mi mano se moviera casi de manera automática.

Me dije que ya que había tenido la suerte de tener ese revolcón de inspiración el mismo día que tenía un open mic tenía que aprovecharlo. ¡Qué loca Nuria! ¡Qué joven y salvaje! ¡Probar un texto que has escrito el mismo día sin pasarlo por el filtro de la normatividad que tanto amas! ¡Qué locurón! Vale sí, tomar ese impulso me hacía sentir de nuevo joven e irresponsable.

Llegado el momento reconozco que dudé mucho. La primera parte del show fue más bien helada. Público duro como gárgolas y comediantes que se ponen nerviosos ante la ausencia de risas. No tenía mucho que perder. Era tirarme de cabeza a la piscina o recurrir a aquel texto que os comentaba que hace meses que no venía cuajando y cuyo resultado ya conocía.

Me tiré. Desde el minuto uno actué desde una nueva actitud, un nuevo tempo e incluso nuevo tono de voz. No bajé la guardia durante 14 minutos. Me fue muy bien. La verdad. No es que desde el #público me pidieran que le autografiara los pechos pero sí me pidieron flyers de mi próxima actuación. Eso no pasa todos los días. Al menos a mi.


Mi compañero, atónito, me dijo ‘nunca te había visto así’. Y probablemente, amigo, nunca me vuelvas a ver “así”.

¿Por qué esa conclusión de mierda? ¿Por qué predisponerme a que no me vuelva a ir tan bien? ¿Por qué ya te estás tirando por el suelo Nuria? ¡¡¿Por que esa falta de autoestima NURIA?!! Naaaada que ver con la autoestima, queridas amigas. Nada que ver con la típica repentina falsa humildad del que lo acaba de petar y tras felicitarle te dice '¡que va! si lo he hecho muy mal'. En mi caso hablo de que nunca voy a volver a hacerlo como la primera vez. Y esta es, en resumen, la explicación de por qué a veces hacemos explotar al público con un texto nuevo la primera vez que lo probamos, y nunca más nos vuelve a funcionar igual de bien. ¿Y en menos resumen? Aquí voy:

El delivery y la ilusión de espontaneidad. Tan importante como el chiste bien escrito, es la correcta entrega del mismo. La actuación no es solamente declamar a viva voz nuestro #monólogo. Tenemos que acompañarlo con nuestro cuerpo, en mayor o menor expresividad dependiendo del estilo que hayamos elegido. Cuando estrenamos texto tenemos tantas ganas de que funcione que echamos toda la carne en el asador. El primer día que lo probamos, a menudo, nos esforzamos muchísimo tratando de reproducir los actings que nos imaginamos en el metro o que ensayamos en casa en el mejor de los casos. Como no tenemos referencia anterior tampoco tenemos filtros y actuamos cuanta payasada nos apetece para luego analizar qué funcionó. Pero es la primera vez que lo hacemos así que es la primera vez que lo probamos todo. Luego ya habrá ocasiones de quitar lo que no anduvo. Además, esa primera vez la espontaneidad es real. Lo que improvisamos ahí arriba está sucediendo en ese mismo instante. Es la primera vez que tenemos una respuesta en vivo del público y por tanto los chistes que surgen al respecto son literalmente improvisados. De esa primera vez nos vamos a quedar con las improvisaciones que funcionaron y las vamos a tratar de reproducir en las siguientes actuaciones, incluso intentaremos forzar alguna respuesta del público que nos de pie a “improvisar” la respuesta que ya sabemos que funciona. Es decir, que las siguientes actuaciones ya no serán improvisaciones aunque el público salga convencido de que sí lo fueron. Si sucede esto último, podemos congratularnos de dominar el recurso de que parezca que es la primera vez que lo cuentas. Cuando el público sale gratamente asombrado creyendo que la mitad de lo que hizo la #cómica se le ocurrió ahí mismo, es que lo hizo muy bien.

En conclusión, si alguna vez te ha pasado que una rutina que funcionó muy bien la primera vez no vuelve a funcionar igual, es muy probable que no estés reproduciendo la entrega y la espontaneidad con que lo defendiste al inicio. Es muy difícil mantener una actitud fresca cuando se repite semana tras semana, pero es imprescindible para que la audiencia no nos acuse - con razón- de recitar de memoria como loritos. Un monólogo de stand up no es un monólogo de teatro. Aquí no se tiene que evidenciar que nos lo sabemos muy bien de pe a pa, al menos no hasta que termine toda tu actuación.


Intenta provocarte el estado emocional que necesitas para reproducir tu texto con la misma energía que la primera vez. Que la ausencia de cuarta pared sea real, no la reconstruyas anticipando posibles respuestas del público. Los movimientos también se memorizan, así que presta atención para que tus gestos tampoco se conviertan en tics memorizados sino en actings llenos del impulso de un estreno. Haz que tu monólgo se sienta like a virgin. Touched for the very first time.


Now tell me! ¿qué te ha parecido este post? ¿Alguna vez te había pasado? ¿Habías pensado en esto de "la frescura del texto"? Recuerda que para comentar tienes que iniciar sesión (sorry pero la web me obliga a hacerlo así). ¡Te espero!


コメント


bottom of page