5 consejos para no quedar como un #machista

Si tienes la inquietud de saber si alguna vez pecaste-picaste de machista sin saberlo mientras compartías escenario con compañeras cómicas, este post te arrojará algo de luz y probablemente más de un balde de agua fría.

Si eres de los/las que piensa que el feminismo es una moda y que qué pesadas estamos las mujeres que ya no se nos puede decir nada. También te recomiendo que leas este post para que veas que aún tenemos tema para rato.

Todo lo que escribo a continuación lo he vivido en primera persona, o he sido testigo directo o me lo han contado compañeras cómicas que lo han sufrido en sus chistosas carnecitas.

Al trapo:

1. No hagas comentarios de ningún tipo sobre el atuendo de la compañera cómica. Al menos, no hagas ningún comentario que no harías sobre el atuendo de un compañero hombre. Si te parece que está demasiado sexy o demasiado tapada es algo que dejó de importarnos la quinta temporada de Noche de Fiesta.

2. Si eres el presentador o presentadora, evita presentarla con piropos que nada tienen que ver con el stand up comedy. "Con vosotros la belleza de la noche / la cómica que viene a alegrarnos la vista / además de graciosa está buena" y un largo etcétera de comentarios babosos que, de nuevo, si no los dirías sobre un compañero hombre, SON MACHISTAS. Si la quieres alagar preséntala como: una cómica espectacular/hilarante/gran cómica, o lo mejor, preséntala como harías como con cualquier compañero hombre. ¿Que eres de los que se meten con sus colegas hombre en plan "¡y con vosotros el cómico que tiene más talento, lástima que se lo ha dejado en casa!"? Pues haz lo mismo con las compañeras mujeres. Te aseguro que no nos vamos a poner a llorar.

3. Si quieres ayudar a tu compañera cómica porque sabes que la vida en general es más dura para ella sólo por ser mujer y quieres que se note, lo mejor que puedes hacer es presentarla como lo harías con cualquier compañero. Por muy buena intención que tengas, prepararle el público dando pena con fórmulas como: 'Sabemos que las chicas lo tienen más difícil, por eso vamos a recibirla con un gran aplauso / a continuación la valiente de la noche / para demostrar que las mujeres también son graciosas...' no es profesional. No somos cachorritos en adopción. No queremos la compasión del público. Somos profesionales. Hacerlo así es paternalista (tratar a la cómica como si fuera una chiquilla que necesita tu protección) y no te lo ha pedido.

4. Si ves una mesa del público en la que sólo hay mujeres evita hacerles preguntas del estilo: '¡vaya, noche de chicas!¿quién tiene novio?¿qué hacéis luego?'. Y en resumen cualquier comentario que no le harías a una mesa de hombres o peor aún, que no lo harías si en la mesa hubiera un hombre que os pudiera partir la cara a la salida. Respeta al público femenino igual que respetas al público masculino.

5. Si vas a dirigirte a una mujer del público que está acompañada por un hombre no le pidas permiso a él para hacerlo. Ella no es su propiedad y en todo caso a quien le tienes que pedir permiso es a ella.

Con todo esto no pretendo decir que estoy en contra de coquetear con el público. Pero a las mujeres se nos suele dar mejor que a los hombres diferenciar entre que te coqueteen o que abusen del poder que da ser hombre con un micrófono en la mano. Como cómica a mí también me gusta utilizar el recurso de la seducción/sexualidad a la hora de gestionar la energía del público (¿lo qué? Sí, anótate a un curso de los míos que lo explico muy bien). Pero como mujer también sé que a menudo nos toca callar mucho baboseo por no partirle la copa en la cabeza al machicómico de turno (sobre esto de callarse y poner buena cara para no "arruinar" el show escribiré más adelante otro post, pues no puedo estar más en contra).

Puede ser que te estés preguntando: ¿Qué tiene de malo decirle piropos a las compañeras? ¿qué tiene de malo querer ayudarlas preparándoles el público? Sobre esto hay un océano de información en internet a tu alcance, desde libros descargables hasta cuentas en instagram que lo explican con dibujos. Mi especialidad-profesión no es explicar los entresijos del feminismo por lo que no soy la más indicada para ello. Y ojo, que lo digo con cariño. Yo también me crié en una sociedad machista. Darse cuenta de que estas cosas que hacemos con supuesta buena voluntad en realidad son una mierda, a menudo es doloroso. Te invito a que te tomes este artículo como una invitación a abrir tu cabeza de comediante a nuevos temas.

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¡Mucha mierda!

¿Tienes que hablar en público? ¡Hazlo con humor!